La mayoría de nosotros ha experimentado dolor de espalda al menos una vez. Nuestra columna vertebral soporta el peso del resto del cuerpo, y cualquier movimiento incorrecto, tensión o traumatismo puede provocar dolor de espalda, que suele localizarse en la zona lumbar. Pero hay varios tipos de dolor de espalda, y uno de ellos está causado por el tejido nervioso.
El tipo más común de dolor de espalda neurogénico es la ciática, que no sólo se siente en la espalda, sino que puede bajar a las piernas y causar una grave discapacidad. ¿Ha experimentado alguna vez este tipo de dolor? En este artículo se habla del dolor de ciática y de todo lo que hay que saber sobre esta variante del dolor lumbar.
Visión general de la ciática
Hoy en día hay mucha confusión sobre la ciática. Qué es, qué significa padecerla y cómo tratarla. Muchas personas creen que la tienen cuando en realidad no es así, mientras que otras sufren en silencio sin saber por qué. La ciática se diagnostica a menudo de forma errónea, por lo que es esencial informar a la gente sobre esta condición debilitante. De esta manera podemos evitar la confusión, los diagnósticos erróneos y el alarmismo.
Pero, ¿qué es el dolor de ciática?
Ciática es un término genérico utilizado para englobar los síntomas asociados a la compresión no natural del nervio ciático. Esta definición poco clara ha generado confusión entre los pacientes.
La ciática se caracteriza por un dolor punzante que afecta a la parte baja de la espalda y recorre el trayecto del nervio ciático. El dolor de ciática también se siente en la parte posterior de la cadera y en la parte inferior de las piernas. Se sabe que la sensación de ardor se alterna con el hormigueo y el entumecimiento. La ciática es potencialmente debilitante, ya que puede dificultar el movimiento e incluso la bipedestación. Por lo tanto, es imperativo encontrar formas prácticas de aliviar este dolor debilitante.
¿Qué causa el dolor de ciática?
Como se ha mencionado anteriormente, la principal causa de la ciática es la compresión anormal del nervio ciático. Lo más habitual es que la ciática esté causada por una hernia de los discos vertebrales. Otras causas posibles son el desplazamiento de una vértebra, los tumores pélvicos y el embarazo.
Como puede ver, el dolor de ciática no puede entenderse sin estudiar la columna vertebral y los problemas de la misma. En la mayoría de los casos, los pacientes con ciática también han experimentado dolor de espalda durante tres meses o más. El diagnóstico de su dolor de espalda puede ser inespecífico, pero podría tener un disco degenerativo o herniado oculto.
Cuando se produce un cambio degenerativo en los discos intervertebrales, esta estructura similar a una esponja pierde su capacidad de amortiguar las vértebras. Los espacios entre las vértebras se reducen y los espacios por donde salen los nervios de la médula espinal son más pequeños. Esto crea una compresión de la médula espinal, y si el nervio ciático está afectado, experimentaremos dolor de ciática.
Sin embargo, esto es sólo teoría, y el mundo real es un poco más complejo. A veces podemos ver pacientes con cambios degenerativos importantes en la columna vertebral pero sin dolor. Otros pacientes no tienen cambios degenerativos o sólo un problema leve, y tienen un dolor de ciática severo. Por lo tanto, las causas mecánicas de la ciática a veces no son suficientes, y hay que tener en cuenta otros factores. Estas son conocidas como vías inflamatorias o bioquímicas.
La inflamación es una respuesta natural para defender al organismo de los invasores, pero a veces resulta contraproducente. Las citoquinas liberadas por los glóbulos blancos alteran el funcionamiento de los vasos sanguíneos y provocan edemas. Esto crea una presión mecánica sobre las estructuras circundantes y puede desencadenar dolor. Pero las citoquinas también pueden activar las terminaciones nerviosas y causar dolor sin ningún intermediario. Por eso los antiinflamatorios son muy útiles para aliviar un dolor de cabeza o un dolor después de un traumatismo.
Factores de riesgo
La lumbalgia y la ciática son problemas de salud comunes en los países industrializados. Podemos tener un mayor riesgo de padecer ciática si cumplimos las siguientes condiciones:
- Genética: La ciática puede tener una predisposición genética específica, principalmente por sus causas degenerativas. Algunas personas son más susceptibles que otras a la degeneración de la columna vertebral, que puede correr por nuestras venas como herencia familiar.
- Edad: La edad avanzada es un factor de riesgo. La ciática puede desarrollarse a cualquier edad, pero es más común cuanto más envejecemos. A la edad de 40-50 años, la incidencia es mayor, especialmente en las mujeres. Algunos investigadores afirman que el dolor de ciática es tan común en los hombres como en las mujeres, pero que éstas son más propensas a informar del problema y buscar soluciones.
- Sobrepeso y obesidad: El sobrepeso incrementa la carga sobre la columna vertebral y aumenta la probabilidad de sufrir varios problemas vertebrales, incluida la degeneración de los discos. La obesidad provoca una carga articular crónica y se asocia a un aumento de la inflamación sistémica que favorece el desarrollo del dolor ciático.
- Estatura extrema: En algunos estudios se ha detectado que ser muy alto es un factor de riesgo para el dolor de ciática. Otros estudios no encuentran ninguna relación, pero es una posibilidad que debe tenerse en cuenta.
- Fumar: El humo del tabaco contiene cientos de sustancias inflamatorias y puede acelerar el desarrollo del dolor de ciática a través de vías bioquímicas/inflamatorias.
Inestabilidad del núcleo: El nivel de condición física está a veces relacionado con la aparición del dolor de ciática, y algunas personas experimentan un alivio significativo después de fortalecer sus músculos centrales. La debilidad y la inestabilidad del tronco pueden contribuir al desgaste de las articulaciones y al desarrollo del dolor de ciática. - Factores ocupacionales: Dependiendo de su trabajo, usted puede o no estar expuesto a un estrés espinal significativo. Llevar pesos pesados, estar de pie durante largos periodos de tiempo, estar sentado todo el día, estar expuesto a vibraciones durante largos periodos de tiempo y agacharse y girar constantemente puede aumentar el riesgo de compresión del nervio ciático.
- Insatisfacción laboral: No sentirse satisfecho con el propio trabajo se observa a menudo en pacientes con ciática. Esto puede convertirse en una fuente de estrés y tensión que facilite el desarrollo del dolor de columna y la ciática.
- Problemas emocionales: Otros problemas emocionales, como las tensiones financieras y la ansiedad social, también pueden desencadenar el dolor de ciática o provocar episodios de dolor más graves.
Signos y síntomas de la ciática
El principal síntoma de la ciática es el dolor, pero no es un dolor cualquiera. En la mayoría de los casos, los pacientes experimentan tanto dolor en la zona lumbar como en la pierna. En el caso de la ciática, el dolor en la pierna se localiza en la distribución del nervio de L4 a S2. En otras palabras, las raíces nerviosas afectadas por la enfermedad son las que salen del espacio intervertebral desde la cuarta vértebra lumbar hasta la segunda vértebra sacra. Estas raíces nerviosas reciben impulsos desde sus propias zonas de la piel y por debajo, y es aquí donde más duele. Esto se denomina distribución dermatomal, y crea un patrón útil para identificar el dolor de ciática.
En algunos casos, la distribución dermatológica del dolor no está clara, pero otros elementos contribuyen a detectar el problema. Por ejemplo, el dolor de ciática suele producirse tras un esfuerzo prolongado de la columna vertebral, como estar de pie durante mucho tiempo o cargar mucho peso. También puede desencadenarse por estar sentado demasiado tiempo, ya que el nervio ciático baja por las piernas hasta las nalgas. Inclinarse hacia delante, pasar la aspiradora y otras actividades pueden empeorar el dolor, mientras que cambiar de posición o acostarse para aliviar la columna vertebral reduce la sensación de dolor.
Además del dolor, otros síntomas de la ciática son
- Hormigueo en la parte posterior de la pierna: El hormigueo es un impulso sensorial anormal que suele observarse cuando un nervio se comprime contra otra estructura. En este caso se trata del nervio ciático, y los efectos pueden sentirse en la parte posterior de la pierna, en las nalgas y a veces en el pie.
- Adormecimiento de las nalgas o las piernas: El adormecimiento también es consecuencia de impulsos sensoriales anormales. En este caso, reduce la sensibilidad de la zona afectada y a veces se acompaña de cambios vasculares.
- Debilidad en las extremidades inferiores: El nervio ciático también puede contribuir a la función motora, y algunos pacientes experimentan debilidad en la extremidad afectada.
Si tiene estos síntomas, el médico le hará un examen físico para determinar la causa del dolor y descartar la ciática. Su médico puede pedirle que camine normalmente o que lo haga con los talones. También puede tumbarte y levantarte las piernas con las manos. Esta es una señal útil cuando desencadena el dolor y puede ayudar a entender dónde está la lesión.
Su médico también puede encontrar signos útiles de la enfermedad en pruebas de diagnóstico como
- Radiografías, especialmente para detectar problemas de disco, tumores, fracturas y otras causas físicas o mecánicas de dolor.
- Resonancia magnética o tomografía computarizada, cuando se evalúan los tejidos blandos o el sistema nervioso
- Pruebas de electromiografía y de velocidad de conducción nerviosa para evaluar el grado de conducción de los impulsos eléctricos por parte de los nervios, ya que la obstrucción reduce el tiempo de los impulsos nerviosos.
Tratamiento del dolor de ciática
La ciática es un problema de salud complejo, y existen diferentes tratamientos que pueden aliviar el dolor. No todos funcionan para todos los pacientes, y los médicos suelen probar diferentes métodos hasta encontrar el que alivia el dolor durante más tiempo y mejora la calidad de vida del paciente.
Se pueden probar las siguientes variaciones:
Medicación
Hay varios medicamentos disponibles para mejorar el dolor de la ciática. Algunos de ellos son de venta libre, como los antiinflamatorios no esteroideos. El naproxeno y el ibuprofeno son dos ejemplos. Mejoran el dolor al reducir la inflamación y sus efectos sobre el nervio ciático.
Otros medicamentos son de prescripción, como los antidepresivos tricíclicos, los anticonvulsivos y los esteroides. En este caso, los antidepresivos y los anticonvulsivos no se recetan porque se sufra de depresión o de convulsiones. Lo que hacen en el dolor de ciática es reducir la intensidad de los impulsos nerviosos e inhibir ciertos impulsos en el cerebro. Los esteroides orales son medicamentos antiinflamatorios muy potentes que funcionan mejor cuando los antiinflamatorios de venta libre no son suficientes.
Modificación de la actividad y descanso
Identificar el desencadenante del dolor de ciática es una parte esencial del tratamiento. Puede ser la postura, la técnica de levantamiento o una actividad concreta en el trabajo o en casa. Su médico puede ayudarle a identificar el factor desencadenante, que es el primer paso para recomendar modificaciones de la actividad.
El descanso es esencial, pero los períodos de reposo en cama no deben ser prolongados. La inactividad física no da soporte a las estructuras de la columna vertebral y puede aumentar su susceptibilidad a sufrir un nuevo episodio de dolor de ciática.
Fisioterapia
Se trata de un tratamiento alternativo que también ayuda a aliviar el dolor. Combina ejercicios de estiramiento, acondicionamiento corporal aeróbico y fortalecimiento muscular. La fisioterapia suele estar guiada por un programa terapéutico y se lleva a cabo con un fisioterapeuta. Pero si su problema no es grave, puede hacer la fisioterapia usted mismo siguiendo las instrucciones.
En esta modalidad de tratamiento, el objetivo principal es fortalecer la columna vertebral para proteger las estructuras vertebrales. Fortalece los músculos centrales y aumenta la flexibilidad de los isquiotibiales y otros músculos. Puede realizarse en casa, en un centro médico o en una piscina para realizar ejercicios de bajo impacto.
Estiramiento y actividad física
Una de las mejores formas de aliviar el dolor de ciática es realizar ejercicios de estiramiento. El yoga o el pilates son excelentes disciplinas que tienen una serie de movimientos para ayudarte a sentirte bien de nuevo. Estirar los músculos de la zona lumbar y los flexores de la cadera contribuirá en gran medida a reducir la presión sobre el nervio ciático.
Sin embargo, para que este método sea eficaz, debes convertir los estiramientos en una práctica habitual. Inicie una rutina diaria que incluya los siguientes estiramientos:
- Zancada del corredor: Comienza este estiramiento en posición de plancha con las manos colocadas directamente debajo de los hombros. Lleva el pie izquierdo hacia las manos y baja los brazos hacia el suelo. Relaja las caderas y la parte baja de la espalda. Este estiramiento le permite deprimir profundamente los músculos de la cadera y la ingle.
- Inclinación de la pelvis: Mientras está tumbado sobre la espalda, doble las rodillas, incline la pelvis y levante el coxis del suelo. Exhale mientras aplana la columna vertebral contra el suelo e inhale mientras el coxis desciende.